domingo, 21 de marzo de 2010

Libro I, capítulo 10

"Mascaban raíces. A veces caminaban hacia atrás —quién sabe para qué—. Cocían perros. Se los comían. Le ponían nombres absurdos a la vulva de la mujer —como flor de la carne, vestíbulo dorado o puerta del cielo— y comparaban la penetración con un pico cortando una piedra de jade. Escribían de arriba abajo. Adoptaban cangrejos como mascotas. Siempre estaban en el suelo. Entonaban himnos a sus líderes día y noche, como si los líderes no durmieran. Se metían pulpos vivos en la boca. Cargaban a los ancianos sobre sus espaldas. Excavaban túneles. Creían que los familiares muertos vivían en el alma de los vivos. Torturaban a hombres blancos. Comían gusanos de seda y cuerno de rinoceronte machacado para aliviar la fiebre. No hacían la guerra; se suicidaban contra las líneas aliadas."
(voz en off de Òscar Solsona; danza de Ikeda Carlotta y Kazuo Ohno)